En el día de hoy hablaremos sobre nuestra segunda premisa:
“Existen dos planos de acción: el mental y el físico. De acuerdo con la intensidad de la acción, nos movemos en un plano u otro (Actividad mental y física son del mismo orden)”.
Pero ¿a qué hacemos referencia cuando hablamos de plano mental y físico? y ¿qué acciones hacen parte de cada plano?
Este es un tema que podría abarcar varias páginas y a cientos de autores. Sin embargo lo que nos interesa es comprender que el ser humano es “ESO” que puede actuar en un plano mental y un plano físico. Estos dos planos son como las dos caras de una misma moneda: inseparables, complementarias y compuestas de lo mismo. Con lo anterior quiero decir que lo que hagas en uno de estos dos planos actuará sin excepción en el otro (a pequeña o gran escala), y que dependiendo de la intensidad de la acción ésta se hará presente en un plano u otro. Si la intensidad es elevada es muy probable que la acción se haga presente en el plano físico y si la intensidad es baja se hará presente en el plano mental.
Ahora: ¿qué entendemos por acción en el plano mental y en el plano físico?
Cuando hablamos de acciones mentales nos referimos a: el pensamiento, la imaginación, el razonamiento, la planeación, en fin, hacemos referencia a todos los procesos que ejercemos a nivel mental y a todos los “recursos” (esquemas mentales, valores, prejuicios, perspectivas, imágenes mentales, en fin, todo lo aprendido consciente e inconscientemente) con los que contamos para que esos procesos tengan contenido.
la acción mental sería por ejemplo cuando planeamos lo que vamos a hacer para conseguir un objetivo, ya sea familiar, laboral, escolar… o cuando imaginamos todo lo que podríamos hacer para una exposición, en la noche con los amigos y amigas, de viaje con nuestra familia o pareja… o cuando pensamos en eso que queremos expresarle a alguien y queremos que salga de la mejor manera posible… o la peor… depende de como se desee… todas estas son acciones mentales.
Existen varias herramientas que se emplean para trabajar en este plano, como por ejemplo la meditación, la imaginación activa o dirigida, entre muchas otras.
Por otro lado, las acciones en el nivel físico abarcan desde el comportamiento de nuestras células hasta nuestro movimiento físico e incluye el medio ambiente con el que interactuamos. La acción física es el movimiento que realizamos en cada momento, de manera consciente o inconsciente, teniendo de fondo alguna intensión (repito: consciente o inconsciente).
En pocas palabras el plano físico sería el plano de todo lo tangible y el mental de todo lo intangible.
Conocer estos dos planos de acción nos revela la riqueza del ser humano y todo con lo que podemos contar para trabajar en nuestro propio crecimiento y desarrollo. Podemos y debemos actuar tanto en un plano como en el otro para lograr ser un individuo saludable, lograr nuestros objetivos y deseos de manera consciente y obtener la calidad de vida que creemos merecer.
La creatividad y la toma de consciencia convertidas en técnicas y metodologías, son una herramienta poderosa para el trabajo con las personas. En otro artículo expondremos algunas herramientas de trabajo que se podrían utilizar para trabajar el desarrollo personal y profesional en cualquiera de estos dos planos (o en los dos…).
Disfruten al máximo de la semana.